Un tramo este de los que dejan buen sabor de boca y aumque ya se empezaban a notar los días disfrutamos por lo vario-pinto de las rutas. Salimos de Sarria y compartimos un buen trecho con nuestros ya conocidos Helechos para pasar a las grandes extensiones de plantaciones de maiz a un lado y otro del camino que llevamos compartido durante un buen tramo junto a una familia francesa con coche de caballos ya que la madre transportaba un grave accidente de pierna que le impedía hacerlo de otro modo, transcurrió nuestro andar entre vacas con ganas de salir de sus corrales y a las que tuvimos que saltear para continuar con nuestro camino hasta encontrarnos con un rio Miño embalsado a su paso por Portomarin, un pueblo muy bonito, dotado de buenas camas para el descanso, aumque eso represente concertar con antelación ya que de lo contrario puede pasaros como a los compañeros que tuvieron que compartir aposento con 200 personas más en un Pabellón municipal lleno hasta la bandera, (yo creo que ningún evento deportivo ha llevado a tanta gente), la plaza del pueblo, el río, su entorno, hacen de este pueblo un marco dificil de repetir. Después del descanso de la noche emprendimos marcha entre lluvia, fina como calabobos, pero continua durante un buen trecho, llegando a calar en algunos momentos hasta nuestra próxima parada en Arzua, en esta ocasión un paisage de lo más variado, entre Hortensias descomunales, bosques de grandes arboledas y cementerios a pie de carretera que cuanto menos nos sorprendia. Eso sí, tambien pudimos disfrutar, por fin, del famoso Pulpo a la gallega en el pueblo de Melide con el amigo Antonio, persona agradable que no deja pasar a nadie por la puerta de su establecimiento sin probar un trozito y la verdad, es que lo hace bien bueno, (Pulpería Garnacha), por cierto decirle que os invite a unos Chupitos de orujo, tambien lo hace para aquellos que le dan la tabarra.
Después de una hora aproximada de descanso y con un trecho de camino por medio empezamos un poquitin flojos hasta que nuestro manager se montó en su caballo y como buen director puso paso firme hasta nuestro punto de Arzua que no era otro que el Pabellón Municipal el cual no podiamos hacer uso hasta bien entrada la tarde y que ya a las nueve de la noche fué la invasión del mismo.
Ahora os dejo unas fotos que os situaran mejor en el escenario.
Un abrazo
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